16/4/09

DEMOCRACIA S.A.


Esta nota de Página/12, en la que se hace en repaso de las movidas políticas de los empresarios del campo en el armado de las listas en Buenos Aires, sumado a lo que está ocurriendo en La Pampa con un cuadro importante de la Federación Agraria copando una interna, viene a poner más claramente sobre la mesa la nueva estrategia de los sectores agroexportadores para imponer, ahora en democracia, el modelo de país que siempre añoraron.
Tienen poder económico, tienen aguante, tienen una tremenda capacidad de difusión rápida y constante de sus intereses, de su cultura, de su visión de las cosas. Y con esas herramientas van por los votos. Empiezan, como el dengue, por el patio de la gran política. Carrió esperaba otra cosa.
En realidad, por lo que uno ha hablado con mucha gente este último año, no éramos pocos los que esperábamos algo más “clásico”. Pero las organizaciones rurales y las clases que representan no tienen sus años al cuete. Es cierto que sus dirigentes pueden ser un poco obtusos a la hora de los discursos frente a los micrófonos de los medios amigos, quienes –mucho antes que ellos— aprendieron que la democracia también es un buen negocio, si se la usa adecuadamente y si se aprieta donde hay que apretar para mantener nichos de “zonas liberadas” en cuestiones de normativas.
Va a estar interesante. No deja de ser un desafío. Y no va a faltar el progre que vote una lista con varios AEDES AEGYPTI, que cuando se sienten en sus bancas (o se encuentren con algún funcionario, no como visita/lobbie, sino como diálogo republicano) salgan con planteos, ya no del tipo “che, saquen la 125, se fueron el carajo” sino del “¿el inmobiliario rural con la gente muriéndose de hambre?” y otros parecidos, que escapan a nuestro pobre entendimiento económico, pero los sospechamos desde que salimos de la secundaria, más o menos.
Me pregunto cuál sería el debate si en vez de rurales, fueran empresarios automotrices los que en cada domingo electoral le pongan una identificación a sus móviles.
Pero es “el campo”, che. Y ya sabemos que eso no es negocio. Es cargarse el país al hombro.

5 comentarios:

Pat dijo...

Tranqui nene, no te calentés.
Para bien o para quilombo (no mal) un nuevo pais se aproxima.

_Ariel_ dijo...

Tambien lo veo asi, pero eso de no calentarse te la debo.
El fin de semana pasado estuve en una cena con unos productores. Los conozco y nunca los vi tan sacados. Estan ciegos, calientes por la sequia. Decian que habian tenido unos rindes pobrisimos, y que la culpable era "la yegua".
No tienen humedad en el campo, y segun ellos la culpa es del Estado.
Me hace calentar eso: quieren que la baja en la rentabilidad por la sequia, se las asegure el Estado.

En fin...

Luz dijo...

Los del "campo", son los personajes más llorones del planeta, y los más hijos de puta.

Siempre lloran miseria, desde los comienzos de la historia (y la levantan con pala). Y explotan a sus peones.

Y si, están sacados, porque tienen interlocutores que los fogonean.
Y cuando digo "los del campo" no me refiero a los campesinos, sino a los empresarios, que desde hace años están desalojando de prepo a los campesinos santiagueños, con topadoras, porque las tierras que antes no le importaban a nadie, ahora se volvieron apreciadas.
Un abrazo

Luz dijo...

Ah, me olvidé de decirles que hoy, 17 de abril es el “Día de la Lucha campesina”... que está lleno de actividades y movilizaciones, que ningún medio cubre.

_Ariel_ dijo...

Luz, desde mucho antes del conflicto, tenian imagen de llorones, especialmente los que mejores tierras tienen.
Santa Rosa, donde vivo, esta justo en el limite entre la llanura (mejores tierras) y la estepa o monte (mas ganadera, tierras no aptas para los cultivos "top").
De un lado estan los campos mas "humildes", del otro los mas rentables.
¿A que no sabes de que lado se hicieron los piquetes?

Con respeto al 17, los medios no cubren los actos de quienes no compran sus contenidos ni auspician sus espacios. A lo sumo... recojen las historias regionales en sus sumplementos de turismo.
Me refiero a los medios que se golpean el pecho a la hora de hablar de responsabilidad y compromiso.

Un abrazo