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No te salves
No lo dicen. En realidad dicen lo contrario, simulando una gracia que los está empachando por aburrida. Los primos están casi tan amargados como nosotros. Porque saben, en el fondo de su simulada y exagerada sorna, que si River se va a la B, el campeonato de Primera A, se llame como se llame, va a ser un embole.
La gilada que no mira ni juega fútbol, la está gozando. En cambio, he notado durante estos días que aquellos hinchas que suelen apelar a legendarias cargadas, esta vez, se están cuidando. Y no creo que sea por temor a pisarle la cola a ningún perro, sino por motivos más escondidos y a la vez interesantes.
River está a un paso de romper el himen que le impide, a todo grande, provocar empatías en los otros. En la caída, en el humo del fracaso, es posible (para el hincha que sabe mirar, que sabe leer, para el que puede dejar de jugar a ser “fierita” por un rato) distinguir un sentimiento novedoso.
Miralos de reojo, aún en plena cargada; miralos cuando no te miren y vas a ver que les duele a ellos casi tanto como a nosotros. Insisto, hablo de los que quieren al fútbol, no de los “hinchas de la última hora” que opinan sin haber pisado un fútbol 5 y sin saber cómo anda su equipo en la tabla ni lo que es un “promedio”. Tampoco hablo de los eternos progres del fútbol, que se ubican en el pedestal de la corrección para decir gansadas como “Belgrano se merece ascender” sin haberle visto un partido en el Nacional B. Con todo respeto por Belgrano, lo suyo en esta historia es harina del costal deportivo.
El que sabe y ha sufrido alguna vez, es decir, el que mira en el fútbol historias que sobreviven a los 90 minutos de relato fantástico, intuye que la épica del zafe o la del ascenso, puede ser tan o más sabrosa que la del éxito. Porque se goza o se sufre después de los tragos más amargos.
“No quiero que River se vaya a la B”, dijo Diego, que sabe de qué se trata esta historia que la gente llama fútbol.
Los hinchas que saben, ya están olfateando que si River se va, se lleva consigo unos cuantos flashes; unos cuantos grabadores y todas las miradas. Y se las lleva, como en esta última semana, hacia un lugar donde las inversiones de los equipos más populares, sus estrategias futbolísticas, sus hinchadas, sus pases, sus publicidades... no operan. ¿No es triste? ¿No provoca cierta desazón pensar en comprar a Silva o al burrito Martínez para llenar de goles los arcos fantasmas que deja River como pago de un fracaso?
“Esto antes no pasaba”, van a decir a la tercera tapa de Clarín dividida al medio con dos torneos. Los campeones de Primera, esos de los que hay tantos desde que se inventaron los torneos de una sola rueda, van a ser aún menos campeones. Olfatean que se va un maratonista que solía ganar los torneos de dos ruedas.
Me van a putear los hinchas de River, pero yo prefiero que el domingo ganemos por un gol. O por 5. No quisiera quedarme ganando 2 a 0. Porque este resultado sería la solución perfecta para los otros cuadros grandes. Eso es lo que quieren ellos: un River mendaz, deshilachado, humillado.... pero en Primera A, para no aburrirse durante un largo año jugando entre respetables maquinitas de ganar campeonatos express.
Si River se cae, arriba, en el piso de “los que nunca descendieron”, las alegrías serán amargas. Aunque ahora tapen sus muecas de desconcierto, con cargadas.
7 comentarios:
Soy del rojo y no quiero que se vayan. O sea, me conviene, porque nos ganan siempre, pero no quiero. Quedense. Les quiero gritar que jugaron la promoción y que nos griten hijos nuestros. SI River se va, se pierde mucho. Demasiado.
Fuerza y a ganar por muchos goles, como manda la historia
Un abrazo
Soy bostero (ya te he tirado alguna chicana por acá hace tiempo) y la verdad que lo disfrute hasta el miercoles antes del partido. Ya después siento ese sabor amargo del que hablás.
Suerte el domingo!!
yo le tengo fe, pero es tremenda la dificultad que ha tenido River para hacer goles en todo el torneo. Y es lo que necesitamos desde hacia 5 fechas.
Lo que digo tambien es que, si desciende, vamos a encontrarle otro gusto a un grande.
abrazos!
Soy de Banfield y como tìpico hincha verdadero de cuadro chivo (aquel que no tiene un segundo amor), deseo fervientemente que River muerda el polvo de la B aunque sea una vez.
Seguramente volverà un poco mas modesto.
No hay por que putear, al contrario, APLAUSOS Ariel.
Yo también soy gallina, y empiezo a pensar (no por conformismo o consuelo) que aparte de una tragedia, la B puede ser una solución, si hay grandeza en los jugadores, en algún ex y en la dirigencia.
Saludos.
Jorge, los fracasos nos hacen modestos a todos. O imbéciles, que tambien es una posibilidad. Esperemos que no. Saludos
Rucio, gracias. Y mañana, igual, a ponerle la mejor onda que River esta entre lo mejor que nos pudo pasar desde cumplimos 4 o 5 años. Y eso del 2 a 0, si se da, no me va a impedir festejar como loco.
Pero si no se da, a tragar el sapo y tomar envion para volver con un River mejor (y, no tengas dudas, mas popular aún de lo que es hoy)
Creo que eso es lo que temen los primos, en el fondo.
Suerte mañana.
Qué feo cómo sale la corpo hincheril (los hinchas de los demás equipos grandes) ante el temor de que a ellos les pase prontamente. Se manejan igual que las empresas.
Les va a venir bien un baño de humildad.
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