En
esta nota que trata sobre las diferencias entre la Casa Rosada y la Casa Blanca, La Nación nos muestra lo lejos que estamos de ser parte del bien y la corrección.
Disfrazados de crítica política --la corresponsal Silvia Pisani compara el reconocimiento que la Casa Blanca hizo sobre la presencia de unos colados en sus instalaciones y la negación de la Casa Rosada sobre Antonini Wilson-- los párrafos destilan un ridículo snobismo.
Y el último, el que cierra la nota, es una suerte de moraleja que nos manda al fondo del tacho del mundo:
"Más allá de las implicancias y derivaciones que cada caso entraña en la vida política de cada país, es posible que la Casa Blanca haya dado una bonita lección sobre el abc de la responsabilidad que uno aprende desde chico y enseña a los hijos para que sean personas de bien. Esto es, reconocer un hecho, pedir disculpas y asumir las consecuencias."Así que, argentinos y argentinas, olvidemos por un momento otras lecciones menores de la Casa Blanca
(asesinato de presidentes, bombas atómicas, invasiones, financiación y organización de golpes de Estado, racismo oficial, torturas a prisioneros, cárceles clandestinas, bombardeos a civiles, entre otras nimiedades) y aprendamos a comportarnos políticamente. Para que nuestros hijos sean
"personas de bien". Como los señores correctos que manejan la Casa Blanca.
4 comentarios:
Pasa que nos cuesta aprender de la Casa Blanca, como que hay un Muro entre nosotros, como si hubiese un muro que bloquea a los latinoamericanos....
Pero en realidad fuimos nosotros, la barbarie, el que puso un Muro ene límite con méxico.
Lucas, y que esperabas... con estos mexicanos crispados que levantan murallas y cazan personas a los tiros.
Ya parecen palestinos de tan intolerantes.
Típica nota, la de "La Nación", del alma cipaya y tilinga.
Los poderosos EE.UU son los "buenos" y nosotros, como siempre, los "gronchos y jodidos", como siempre.
Un esquema tan estúpido, tan imbécil, que a veces causa profunda pena que en esta nuestra patria haya gente tan jodida que se empeña en negarnos, insultarnos, denigrarnos. Las clases dominantes desde que se apoderaron de Argentina a fines del S.19, vienen repitiendo lo mismo. Nos quieren convencer de que somos nada.
Pero somos MUY TESTARUDOS, queremos seguir siendo morochos de morochas costumbres y a pesar de las pisoteadas del ´55, del '76 y del menemato con el apéndice delaarruista, seguimos creyendo y haciendo el país que le causa repulsa a los garcas parapetados en enclaves de terrorismo ideológico como "la Nación".
Suscribo Julio, estas notas me hacen acordar a principios del siglo XX, cuando nuestras clases dirigentes copiaban hasta las edificaciones de Europa.
Actitud tipica de los sectores medios-altos.
Tipica nota para la otra gilada, la gilada ilustrada.
saludos y gracias por pasar
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