Les rompieron el contrato

¿Es posible que gente que ha apoyado el gobierno en movidas fuertes piense que la de la televización del fútbol está de más y no habría que poner plata allí? Si, es posible. Creo que pensar así es un error político de los gordos. Si la ruptura del contrato entre la AFA y TSC estuvo manijeada por el gobierno, aplausos para el Néstor.

Me animo a pensar que las implicancias económicas que la movida puede llegar a tener en el sistema de medios nacional, son más fuertes que la misma ley de medios que espera ser debatida en el Congreso. Aclaro que una cosa no quita la otra; seguimos con la esperanza de que este país tenga una ley como la gente en un negocio que, como quedó demostrado una vez más el 28 de junio, cada día tiene más influencia en los armados políticos y las luchas electorales.

Lo de anoche fue tremendo, y varios medios están acusando el golpe. El tema no es el fútbol y lo que hay que gastar o ahorrar en él. Además, esa discusión me parece típica de la clase media continentalezca, que aplaude inversiones, por ejemplo, en el cine nacional, pero se enoja cuando le gastan la plata en los entretenimientos de otros sectores sociales.

El fútbol para los cables es como el cigarrillo para los kioscos. Y el engendro de inversiones cruzadas que hay en ese sistema, al que se le suma el de la tv satelital, sin dudas será herido donde más le duele, tanto a capitalistas de acá como a los inversores de afuera. Basta con ver cualquiera de los mapitas de medios que andan dando vueltas por ahí para advertir que la bombita que se lanzó anoche es de las incendiarias.

Seguramente vendrá la ambulancia oficial detrás de los heridos. Creo que no sacar a pasearla es un error político pero también un peligro para fuentes de trabajo. Darle un sentido político fuerte y con mirada amplia es una tarea que, espero, se haga bien. Sería una pena dejar pasar la oportunidad. Si nos guiamos por lo que escribe hoy Martín Piqué en Página/12, la cosa parece que va encaminada.

Igualmente, pase lo que pase, hoy es un día feliz. Y digan lo que digan los correctos de siempre, lo de ayer fue histórico.