14/3/09

Gran Torino


Este post lo hago porque vi una película que me conmovió, por lo bien realizada y por su “cosmovisión” de las cosas que han sucedido y suceden en el mundo. Y además, porque es de Clint Eastwood.
Aclaro algo. Como no soy crítico de cine tengo impunidad para mandarme dos burradas imperdonables:
1. ni hablo de los protagonistas, ni paso datos necesarios de la peli, ni soy riguroso en cuanto a reglas que los comentarios sobre cine deben cumplir.
2. voy a contar la película, con el final incluido. Y, sinceramente, les aconsejo que si no la vieron y les gusta el cine, no lean esto. Estarían perdiendo la oportunidad de ver y gozar una gran película en la que es bueno someterse a la duda, a la intriga e incluso a la desconfianza sobre el camino que finalmente tomará.

“Gran Torino

No recuerdo haber visto una película norteamericana… tan sutilmente antinorteamericana. Gran Torino no es lo que aparenta. No es su póster. El afiche simplemente es para venderla mejor.

Walt Kowalski es un veterano de la Guerra de Corea, jubilado de Detroit (de la Ford, si no recuerdo mal) que vive en un barrio estadounidense “invadido” por coreanos. Es duro, racista, antipático y de solucionar todo con armas. Acaba de morir su esposa. Sus dos hijos (mayores, ya no viven con él) y quienes lo conocen no soportan su carácter.

Todo pareciera conducir la historia hacia un drama íntimo, y sin embargo la trama va adquiriendo un sesgo social que termina en lo que, al menos desde mi punto de vista, es una dura y silenciosa crítica a la forma de vida y manejos sociales y políticos de Estados Unidos. Y todo contado con una sutileza y unos planos “tranquilos” que hacen aún más pesada la carga de su denuncia. No es un panfleto y, al contrario de lo que suele suceder en otros films norteamericanos, no tiene contemplaciones con su banderita.

El guión que filmó Clint Eastwood está cargado de simbolismos muy finos, aunque siempre parece estar presente una salida a lo Harry el Sucio. Es como si la hubiera rodado sabiendo eso, jugando (a sus 70 y pico de años), con esa imagen tan suya, pero de otros tiempos.

Como vecinos, Kowalski tiene a una familia de coreanos consecuentes (al punto de mantener sus rituales e idiomas) formada por la madre, una hija adolescente muy simpática y un hijo, Thao (también adolescente) que no encaja entre los de su edad y es acosado constantemente por las pequeñas pero bien armadas mafias del barrio. A la casa vecina la completa una abuela que sentada en un sillón recela y putea en colores coreanos a este vecino blanco y mal llevado, que fue quedándose como único exponente de lo americano en el barrio, y que prefiere (y se los dice) mandarlos de regreso a su país de origen.

Su enredo con esta familia comienza cuando a Thao, obligado por una mafia a “iniciarse” en el grupo, lo mandan a robarle el Gran Torino modelo 72 que el veterano tiene guardado como una joya en su garage, y al que codicia su nieta adolescente, como único y mezquino “interés” demostrado hacia un abuelo que no demuestra interés por nadie. Excepto por su esposa muerta.

Kowalski pesca al pobre Thao en pleno intento de robo, pero éste logra escapar. Luego sabrá que Thao es nada menos que su vecinito. Los coreanos, cuando se enteran que Thao intentó robarle, se lo ofrecen a Kowalski para realizar trabajos en su casa, como forma de pagar sus culpas. Y lo que comienza como un odio acrecentado se transforma en una relación que no se atreve a reconocer de afecto con toda la familia vecina. Mientras tanto sus propios hijos quieren quedarse con su casa y enviarlo a un hogar de retiro para ancianos. Su cuerpo escupe sangre, está viejo, enfermo y solo.

Hay un cura que lo persigue para que se confiese. Dice que la esposa recién muerta le aseguró que el veterano tenía algo para confesar. Kowalski no quiere saber nada.

A su manera, ve en Thao una forma de redimirse de algún hecho “bélico” que uno ya empieza sospechar. Y también a su manera, lo defiende de las bandas coreanas. Pero esa violencia con la que está acostumbrado a resolver todo se vuelve en contra suya y sus vecinos.

Cuando los jóvenes mafiosos ametrallan la casa de Thao y violan a su hermana, la película parece convertirse en una saga de Harry el sucio. Thao quiere venganza, Kowalski parece que también. Prepara sus armas para la batalla.

A todo esto, ya había decidido confesarse con el cura. Su confesión es banal: evadió algunos impuestos y besó a una chica que no era su mujer. El cura le receta unas oraciones y lo da por perdonado. Kowalski no le confiesa a la Iglesia el motivo de su vida uraña. Se lo confiesa a Thao, a la raza que combatió: En la guerra de Corea, en el 51, asesinó a sangre fría a unos pobres diablos que venían a rendirse.

Pero sigue pendiente la venganza por lo que le hicieron a Thao y su hermana Sue. Será su forma de redimirse. Lo encierra al pibe en el sótano para que no vaya con él a matar a los mafiosos. Va solo hasta la casa donde están de joda los matones coreanos. Los espera en el jardín y cuando salen todos, con vecinos incluidos, les apunta con su mano haciendo la clásica figura del revólver imaginario.

Lo toman por loco. Pero luego intenta sacar algo de su campera. Lo hace abruptamente para aparentar que es un arma y provocar lo inevitable: que lo acribillen a balazos. Kowalski cae fusilado en el césped y puede verse que lo único que tenía en su bolsillo era un encendedor que le había quedado de la guerra.

Con tantos testigos, la banda cae presa y la película termina con un abogado leyendo el testamento de Kowalski, que le deja el Gran Torino a Thao (no a su nieta) y la casa a esa iglesia mediocre, pero sólo “porque así lo hubiera querido mi mujer”. Para sus hijos, nada. Para América, nada.

La película es impiadosa con una sociedad que se arma para resolver problemas, que relaciona a las personas a través de las cosas y que no duda en sojuzgar al extraño. Kowalski acribilló a coreanos, y decidió morir de la misma forma, como una posibilidad de redimirse.

8 comentarios:

marisol de ambrosio dijo...

Yo vi la película y me llamó la atención que no haya estado nominada al Oscar.
Por algo será...

_Ariel_ dijo...

Ambalivabal, no quiero pensar que estas dudando de los jueces de la Academia...

Hablando en serio, tengo entendido que la que gano es muy buena... y politicamente correcta. Combinacion ganadora.

Saludos
Ariel

Casta Diva dijo...

Esta, junto a La duda y The visitor, "inexplicablemente" no estuvieron entre las nominadas al premio a la Mejor Película.

Se le dio mucha manija a The changeling, también de Eastwood, pésima película con muchísimos errores, que no tiene la calidad de Gran Torino.

_Ariel_ dijo...

Casta Diva: opino lo mismo, "El sutituto" no me movio un pelo. "La duda", me parece que el Oscar seria el ultimo premio que le puedan dar. El temita que trata, lo bien actuada que esta y como deja flotando la incertidumbre, digamos que la manda derecho al infierno.
A The Visitor no la vi.

Saludos

polycarpo dijo...

el protagonista de "the visitor" estaba nominado a mejor actor

la peli trata sobre el tema de la inmigracion en eeuu, excelente pelicula

gran torino tambien lo es, y es como dice amba, curioso que no haya estado nominada, ni clint eastwood ni la pelicula (y el tema del final, de jamie cullum es excelente)

(no vi "la duda" todavia, no se que se creen axxo y fxg (usuarios en mininova.org =) ¿que esperan para subirlas?)

Anónimo dijo...

Gran Torino la vi, es una gran pelicula, Clint Eastwood es un gran cineasta. Ha dirigido obras maestras como "Rio mistico", "Million dollar baby" y la sencillamente extraordinaria "Cartas de Iwo Jima".

marisol de ambrosio dijo...

Mi novio oruindo del país del oscar me contó que en Hollywood se hace lobby por los premios. Ponele, hay revistas para las "estrellas" con publicidades en donde "se agradecería su voto por (tal película)".
Allá eso se sabe porque los actores no están tan endiosados como en el tercer mundo. Pero atando cabos es obvio que hacen lobby, por el mercado internacional y el merchandising.

Nosotros vimos Slumdog Millionaire cuando todavía era una película que nadie daba un peso por ella y nos pareció excelente. El tema es que si es de India, por qué no está nominada para la mejor película internacional (otro ejemplo de lobby). De todas maneras no me pareció políticamente correcta, aunque, igual que Milk, son temas instalados en el "debate popular de valores", cambios de paradigmas sociales: Hay pobreza en el tercer mundo y hay putos en estados unidos.
La verdad es que Milk se lo merecía más. El que no la vio corra al cine porque es mortal. Y Sean Penn creo que supera incluso su actuación en I am Sam.

The visitor no es una película que se merezca ser nominada como mejor película... no estoy de acuerdo con Poly.. la verdad es que es muy depre y sobre todo leeenta. Y esa junto con Gran Torino hablan de la inmigración y discriminación, tienen cosas en común que, me parece, no les permiten estar nominadas.

Puf, creo que en 3 meses ví más películas que en toda mi vida, tanto que estoy hablando de cine... no lo puedo creer jaja

Saludos

_Ariel_ dijo...

Poly, voy a tener que verla.
El tema del final lo canta el mismo Clean Eastwood, no? Al menos eso lei por ahi.
Que axxo y fxg se pongan las pilas, estas son las cosas que le hacen mal a la ilegalidad. Asi no llegan a fin de año, diria Biblita.

Brazo Argentino, es un idolo el viejo. Casi todas joyitas.

Ambalivabal: O sea que tambien podria ser que no la hayan nominado porque el viejo la filmo con actores desconocidos, y supongo, "baratos". El razonamiento seria: ¿quien gana con pelicula asi llena de premios, y encima nos da con un palo?
Igualmente, la pelicula fue muy vista.
Voy a ver Milk, sobre todo para disfrutar de Sean Penn, que dice lo que piensa y se c... en todos. Y encima apoya los procesos en Cuba y Venezuela.

Compañera, al menos en las peliculas no se c... en lo que uno piensa. Ultimamente la tv y los diarios estan confundiendo las tiranias. Parece que estuvieran a la derecha de Hollywood... y eso es mucho.

Saludos a todos
Ariel