6/6/10

Clarín contra las cooperativas: la otra guerra del Grupo

"Walter Burzaco, presidente de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), afirmó que “la TDT está pensada desde el Estado para competir con el cable y va a afectar a los operadores de todo el país”."

Algo de razón tiene Burzaco, y agréguele que la Televisión Digital Terrestre pondrá varias cosas en su lugar, empezando por los márgenes de ganancia de ustedes, los cableros, que desde mediados de los 80 vienen juntándola en pala.

El Grupo Clarín publica esa noticia donde (resumo por si no se quieren cansar de leer macanas) dice que una cooperativa, la de Bell Ville, quiere cobrar por transmitir algunas señales mediante TDT y competir con el cable (o sea con Clarín/Cablevisión). Pasado en limpio: dicen los empleados fieles de Magnetto que la TDT no es tan gratuita como dice el gobierno. Ay, caramba! les faltó decir.

Chicanas de vuelo corto que antes que hacernos enojar deberían alegrarnos, porque demuestran hasta qué punto Clarín y otros actores políticos se han quedado huérfanos de toda fundamentación medianamente aceptable por un lector con más de dos dedos de frente.

Al Grupo Clarín se le está complicando el panorama desde varios frentes. En Santa Rosa, por ejemplo, hace meses que viene planteando una disputa legal y política con la Cooperativa Popular de Electricidad, conocida como “la CPE”.

La CPE ya le arrebató medio negocio a las telefónicas privadas, con su red de fibra óptica y cable coaxial, que desde 2002 viene expandiéndose con un fuerte apoyo de parte de la gente. Se transformó así en la primera capital de provincia con telefonía fija en manos de una cooperativa.

El problema para Clarín es que esa red de la CPE permite además brindar televisión digital por cable. Puede entonces competir --con alta calidad-- con cualquier operador de cable privado por más tecnologizado y modernoso que sea.

Una cooperativa compitiendo de igual a igual con un multimedio de capitales trasnacionales, es un dato tenebroso que sólo puede ser neutralizado mediante la política, es decir, mediante normas hechas a medida de esos capitales. O sea: ley 22285 y/o resoluciones del antiguo Comfer, cuando era bastión de Julio Bárbaro y sus antecesores.

Pero cuando la mano cambia, cuando en el antiguo Comfer (hoy AFSCA) tenés a técnicos que además son viejos militantes de la comunicación; y encima tenés una ley de servicios audiovisuales que viene a ordenar un quilombo mayúsculo; y encima una autoridad presidencial que se aguanta las arremetidas de estos grupos, ¿Qué le queda por hacer a Clarín sino presionar y/o forrar a dirigentes locales para frenar a esas cooperativas?

En Santa Rosa (y tengo entendido que en otras ciudades chicas también, aunque no capitales de provincia), el Grupo Clarín está haciendo de las suyas con Cablevisión. Está reemplazando las antiguas redes de las operadoras de cable que fue comprando, para adelantarse a la llegada de nuevos operadores, favorecida por la ley de medios. Hace todo esto con la anuencia de un sistema judicial preparado y aceitado para la defensa del inversor privado, pero también con una dirigencia local que con la excusa de las indefiniciones existentes, deja hacer.

La lucha entre la CPE y Clarín se roba las tapas de los diarios casi todos los días. El municipio local, en manos de un intendente radical, y la provincia, en manos de un peronista, han dejado mediante sus administraciones que se produzca un avance ilegal de Clarín en la ciudad.

Mariotto visitó Santa Rosa y fue claro: el grupo no tiene licencia para hacer eso. Es responsabilidad de las administraciones locales autorizar o no el uso de las columnas y postes que, valga el dato, son de la cooperativa. Las autoridades locales han quedado en “orsay” y la sociedad, que tiene un gran aprecio por la cooperativa ya que fue (a diferencia de otras entidades) creada por ella misma, está viviendo un vivo y en directo una demostración crudísima de la forma de actuar de los monopolios privados.

Alcanza con salir a caminar un rato por Santa Rosa para ver cómo Cablevisión sigue tendiendo redes aunque ya se lo hayan prohibido. Tanto la municipalidad como la Administración Provincial de Energía han dictado (tarde pero seguro, por la onda que bajó desde Nación que parece no ser entendida por algunos) resoluciones que no están siendo respetadas por Clarín. Es decir, Cablevisión, Multicanal o como quiera que se llame la empresa que opera aquí y que pertenece a Clarín, se está cagando en las normas que dictan las autoridades locales. (uy, cómo se van a poner Magdalena y el Nelson cuando se enteren que alguien se caga en las normas...!)

Aparentemente, ambas administraciones han comenzado a alinearse con la decisión nacional de permitir el arribo de nuevos actores a los servicios audiovisuales. Pero no deja de llamar la atención la facilidad con que grupos económicos consiguen autorizaciones en instancias burocráticas intermedias, y después, cuando el tema aparece en las tapas de los diarios locales, éstas empiezan a recular.

Valga la aclaración: en el universo de las cooperativas, también hay de todo. Seguramente algunas tienen el signo $ en la tapa de sus Estatutos Sociales, pero la enorme mayoría han sido y son herramientas de contención ante el avance de los monopolios, sean estos de servicios públicos o de ventas de chupetines. Y siempre se han mostrado dispuestas a colaborar socialmente con las autoridades locales, sean del palo que sean. En La Pampa, la gestión de Verna (2003/2007) fue muy fructífera en ese aspecto: cooperativas con gestiones de color socialista, radical o peronista lograron importantes avances luego de una década desastroza.

La historia continúa, y vamos a ir subiendo alguna información importante que surja. Porque Dios tal vez atienda sólo en Buenos Aires, pero Clarín nos atiende (y cómo!) en todas partes.

2 comentarios:

Antonio (el Mayolero) dijo...

En menos de 30 dias, sale al aire el canal 9 de la Cooperativa Electrica de Tres Arroyos, por aire, con 20 canales digitales. Con un alcance de 12 Km. servirá a 50.000 usuarios.

_Ariel_ dijo...

Antonio, imaginate como estaran los cableros privados en otras zonas...

Espero que las cooperativas no reproduzcan al aire las facetas culturales que en el cable han hecho los privados. Confio en que intentaran algo mejor. Veremos.

saludos