26/5/11

Opinando por un sueño



Una intelectual republicana, con tendencias (reprimidas) a razonamientos de centro, pero con un corazón que se siente más cómodo en los laureles ajados de la derecha mediática, conseguidos a fuerza de décadas de interpelación realmente seria al poder realmente existente, se aviene a charlar con el progresismo televisivo en su propio café-bar.

Sarlo empieza a hacer, tarde, lo que la derecha política viene haciendo desde hace unos años. Porque la derecha ha sabido caminar los atajos que los socialistas (Sarlo en la prensa de acá, Rodriguez Zapatero en la economía de allá, en fin, cualquiera de los famosos) no caminan por temor a los callos. Y terminan gateándolos, años después. O sea, los atraviesan mal y tarde.

Averiada, seriamente, la capacidad de imponer agenda de los diarios más leídos del país. Es decir, averiada la capacidad de influir con resultados visibles en el juego de fuerzas que la prensa, históricamente, ha tenido con las gerencias políticas-empresariales-culturales-etc, la opinión de las grandes firmas como método de interpelación de las mayorías interesadas hace aguas.

Antes, los libros de un esforzado intelectual le habilitaban la calle del respeto y consideración desde el sistema de medios. Los medios lo miraban, embelesados, y lo invitaban a firmar ocultando la baba. Ahora, es el sistema de medios el que habilita las ediciones. Entonces, la opinión del intelectual nace manca. La masividad, para algunos, es un viaje de ida. Escribir y vender libros por escribir y vender prensa, es negocio y nada más. El valor agregado de lo escrito, esa joyita buscada por el que escribió, deja de existir en el mismo momento de nacer.

Y me parece que el origen de todo este flan en que se ha convertido “la opinión seria” hay que buscarlo en el exceso del periodismo en su función de analista de la realidad política. Se cebaron tanto en estos lustros, que hasta los sectores medios, tan sofisticadamente ingenuos a la hora de creerse piolas y superados, advirtieron la existencia de dráculas y colmillos.

Faltan datos, sobra opinión. Falta investigación y rigor que den sustento al verso. Sobran pulsiones. Hace más de un siglo que las hojas de los diarios vienen opinando a mansalva. Ya no va, es hora de hacer otro tipo de periodismo. Y si no hay ganas, aflojar en las pretensiones. Los pensadores/escribas en la prensa han agotado ya su segundo de gloria (¿50 años?) Es hora de que tomen aire fresco. Basta de currar con el periodismo sentado, para eso alcanza y sobra con un blog. Y no está mal, mientras no se cuelguen laureles marchitos. Pero una cosa es un blog y otra una gran empresa que hace negocios con la información. Algunos ya ni en el zoológico cazan: sus lectores más alcahuetes son inmunes a sus balas. Aburren. Y lo peor (para ellos) es que han empezado a aburrir a las dirigencias, propias y ajenas.

Alguna vez, en este blog de cuarta, nos animábamos a pensar que hay un espacio vacío, generado por una batalla cultural (por llamarla de alguna forma), que ningún medio está ocupando. Debe haber, detrás de todo este ruido de luces, otra forma de hacer periodismo desde la poderosa pero obsoleta estructura de los grandes medios. Una pena utilizar esas redacciones tan bonitas y modernas para hacer plata y nada más, habiendo allí afuera un montón de políticos en bolas y a los gritos.

2 comentarios:

Julio César dijo...

"Faltan datos. Sobra opinión. Falta investigación y rigor"
Concuerdo con eso Ariel.
Y creo es parte central del enorme meollo embustero con que muchos íconos del establishment hacen "chapa".
No está mal refrescar las "zonceras" expuestas por Jauretche ya que hay nuevas hijas de aquellas.
Sarlo, como Grondona y otros tantos, partes de afirmaciones falsas y a partir de allí elaboran la lógica del discurso. Pero desde el vamos mienten. Sarlo será ensayista de fuste pero no se traslada mecánicamente la sapiencia del análisis literario al polìtico. Pero la derecha usa a los luceros gorilas para alumbrarse, así lo hicieron con Borges, que escribía lindos cuentos pero era difundido por su profundo gorilismo y no por el gusto a su obra literaria; con la Sarlo la situación también se engloba dentro del mismo conjunto: los piolas que le hacen de hinchada no saben un pomo de las intrincadas interpretaciones y aplicaciones del análisis literario pero saborean del antikirchnerismo de Sarlo. Y Sarlo...Sarlo hace agua, dice cosas sin datos, sin rigor, solo opinión "el 70% de los argentinos JAMÁS hablan de política" "esta mesa (la de 678) puede ser una elite" (haciéndose la gil sobre lo que es la elite) evade cuando se siente acorralada (ante la pregunta de Foster sobre que es poder para ella) o se enfada (ante la pregunta de Barone que la dejaba sin salida por el silencio conveniente sobre H.deNoble)...en fin...la derecha no tiene cuadros intelectuales que defiendan claramente sus posiciones y tienen que agarrarse de alguien que parece regodearse de una flamígea famita. Saludos Ariel y que bueno que volviste!!!

_Ariel_ dijo...

Concuerdo Julio Cesar, Verbitsky la puso en su lugar el domingo.
Pero dejame decir algo a favor del viejo Borges, ya que lo mencionas: el tipo no se subia al carro de ninguna neutralidad, no queria hacer pasar por verdad revelada lo que era su opinion (bastante jodida en varios temas, por cierto)
En cambio Sarlo, toma partido y no quiere que se le note.

Ja, intento escribir un poco mas, JC,!!
Por ahi no escribo tanto porque me cansan algunos temas y creo que hay etapas superadas, hay que cambiar. Pero siempre hay cosas interesantes como para decir lo que uno opina.

Un abrazo!