"Cuando el mundo estaba ahí nomás. Cuando desfilaban los presidentes en
el Hotel Alvear, uno o dos por semana, y el universo entero nos tenía en
cuenta.
Se marcaba el peso de la presencia. La identidad remitía al respeto. A la ambición. Cuando el argentino carecía de visados."
Se marcaba el peso de la presencia. La identidad remitía al respeto. A la ambición. Cuando el argentino carecía de visados."
http://www.jorgeasisdigital.com/2013/12/19/cafe-noventista-con-menem/
En fin... les dejo una plegaria:
No permitas nunca, Señor, que terminemos como algunos blogueros y tuiteros famosos, masturbándonos en el baño con una foto de Asís por no haber podido voltearnos a Cristina.
1 comentario:
Señor permite que lo ridiculo no roce la integridad intelectual de ciertos señores.
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