19/12/13

La pluma que se babea


Algo que deberíamos temer, más que la muerte, es envejecer enojados hasta convertirnos en viejos cínicos como el señor de la foto .





"Cuando el mundo estaba ahí nomás. Cuando desfilaban los presidentes en el Hotel Alvear, uno o dos por semana, y el universo entero nos tenía en cuenta.
Se marcaba el peso de la presencia. La identidad remitía al respeto. A la ambición. Cuando el argentino carecía de visados."

http://www.jorgeasisdigital.com/2013/12/19/cafe-noventista-con-menem/


En fin... les dejo una plegaria:

No permitas nunca, Señor, que terminemos como algunos blogueros y tuiteros famosos, masturbándonos en el baño con una foto de Asís por no haber podido voltearnos a Cristina.


1 comentario:

Ana Prouvelarie dijo...

Señor permite que lo ridiculo no roce la integridad intelectual de ciertos señores.