17/4/13

Los juguetes de Lanata





Hubo una época en que utilizar la expresión “off the record” sumaba un plus a una nota o una investigación. La hacía más atractiva, por el tufillo a “rumor”, “secreto” y hasta “traición” que emanaba.


Si algo nos enseñó el periodista Nelson Castro, el Abominable Hombre de las Fuentes Inventadas, es que el Off de récord no necesita ser real y puede ser utilizado en vano a razón de  4 o 5 veces por nota escrita. El off ya no seduce a nadie.


Pero Lanata , el más creativo de los empresarios periodísticos, el que abre puertas que a veces tiene que cerrar en forma traumática, volvió a hacer de las suyas. Es decir, volvió a darle una vuelta de tuerca al negocio de los offs.


Esta vez fue la utilización del recurso de una cámara oculta acordada. Una especie de off filmado y firmado. Pero con muchas ventajas con respecto al obsoleto  “off the record”.


En primer lugar, es televisivo. Es decir, multimedia. Es atractivo al espectador del siglo XXI, sediento de imágenes móviles con audio.


Su atracción es mayor porque encierra algo de voyerismo. Uno mira, a escondidas, a un tipo que está diciendo algo que alguien nos anticipó que es importante. Lo miramos y él “no sabe” que se lo mira. Al menos, eso es lo que nosotros creemos.


Y, como el off,  esa camarita nos muestra una fuente de información que judicialmente no tiene relevancia. El periodista creció en su oficio sabiendo que nadie, ni Dios, podía obligarlo a develar la identidad de una fuente. La Cámara Oculta Pactada tiene la misma ventaja: judicialmente no sirve, por varios motivos. La gente de Canal 13 lo sabe bien, por Telenoche.


Por eso Fariña, el domingo y de esa manera. Si Lanata quiere negocio, circo (que es todo lo que siempre quiso, mucho más que voltear gobierno alguno) ¿cómo no va a abrir esa puerta?.
Entre filmar un invitado en el estudio desparramando denuncias al voleo, cuyo testimonio puede ser utilizado por la justicia e incluso en su contra, y acordar con ese entrevistado una filmación a escondidas para que diga las mismas barbaridades sin necesidad de rigor alguno, sin valor judicial y, encima, con las ventajas antes mencionadas… la elección, en un tipo como Lanata, es obvia.


No sé si se viene una onda de cámaras ocultas pactadas, pero la técnica está probada. Política y comercialmente (creo que mucho más esto último) es un acierto.


En el cielo del nuevo periodismo hay un cartel que dice “Bienvenidos”. Hace años que el que quiere abrir esa puerta es Lanata. Siempre intentando caminar un paso adelante; pero siempre le faltó poder, y aun así más de una vez le ha revuelto las tripas a varios.

Imaginatelo con Clarín detrás. Bah, no te lo imagines. Ya está. Desbocado, con guita, estructura e impunidad. Lo que siempre quiso.

1 comentario:

Julio César dijo...

Es un mercenario de periodismo. Una muy mala muestra. Estaba en Página, salió, se quiso hacer el Michel Moore dándoselas de "documental marker" (fracasó) se mandó después con "Crítica de la Argentina" bancado por el Grupo Marsans (ya desbarrancaba fiero) se borró del diario dejando un tendal, anduvo boyando hasta que comenzó a chupar frenéticamente las medias de las "espadas" de Clarín (a la vez que olvidaba todas sus anteriores críticas al grupo) tanto que una lejana revista Barcelona lo puso en tapa diciendo "vengo por el aviso de Clarín", ya había andado con plumas por el Maipo y ahora por fin está en su salsa: sembrando incordio y ganando mucha guita. Una reflexión mía a partir de unas líneas escritas como simple datito anecdótico hechas por José Pablo Feinmann en su libro "El Flaco": allí José cuenta que una vez vió a Pino Solanas en la casa rosada tratando de ver a N.Kirchner, y también a Lanata....yo deduzco que el gordo Larrata habrá ido en busca de que le banquen algún "proyecto" y como no le dieron bola rumbeó para otro lado. Es un mercenario. Un tipo que no merece la mínima credibilidad.-