31/5/11

Siguen los males del "Impuestazo Tecnológico"


Leemos en Prensa Cooperativa:

"La Cooperativa de Trabajo Renacer, que tiene su asiento en Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, Argentina, comenzará a fabricar teléfonos celulares de alta gama, dentro de sesenta días, como consecuencia de un convenio que acaba de firmar con la empresa Celistics, con lo cual habrá de generar 120 nuevos puestos de trabajo".

Lo subimos porque parece que no ha salido en ninguno de los medios "tradicionales". Renacer es hoy la que en los 80 fue la famosísima fábrica Aurora Grundig.

Otra de las consecuencias negativas del "impuestazo tecnológico", de las que tanto nos hablaron los medios grandes.

29/5/11

Espiral del ninguneo


Qué cosa, Pino. Vemos que entraste en la espiral del ninguneo.
Dicen los encuestadores que vas en picada.
Te lo merecés, por medroso. Por zigzaguear en círculos (todo un invento tuyo).
Ojalá hayas aprendido la lección: el que con medios se acuesta, amanece mojado.



26/5/11

Opinando por un sueño



Una intelectual republicana, con tendencias (reprimidas) a razonamientos de centro, pero con un corazón que se siente más cómodo en los laureles ajados de la derecha mediática, conseguidos a fuerza de décadas de interpelación realmente seria al poder realmente existente, se aviene a charlar con el progresismo televisivo en su propio café-bar.

Sarlo empieza a hacer, tarde, lo que la derecha política viene haciendo desde hace unos años. Porque la derecha ha sabido caminar los atajos que los socialistas (Sarlo en la prensa de acá, Rodriguez Zapatero en la economía de allá, en fin, cualquiera de los famosos) no caminan por temor a los callos. Y terminan gateándolos, años después. O sea, los atraviesan mal y tarde.

Averiada, seriamente, la capacidad de imponer agenda de los diarios más leídos del país. Es decir, averiada la capacidad de influir con resultados visibles en el juego de fuerzas que la prensa, históricamente, ha tenido con las gerencias políticas-empresariales-culturales-etc, la opinión de las grandes firmas como método de interpelación de las mayorías interesadas hace aguas.

Antes, los libros de un esforzado intelectual le habilitaban la calle del respeto y consideración desde el sistema de medios. Los medios lo miraban, embelesados, y lo invitaban a firmar ocultando la baba. Ahora, es el sistema de medios el que habilita las ediciones. Entonces, la opinión del intelectual nace manca. La masividad, para algunos, es un viaje de ida. Escribir y vender libros por escribir y vender prensa, es negocio y nada más. El valor agregado de lo escrito, esa joyita buscada por el que escribió, deja de existir en el mismo momento de nacer.

Y me parece que el origen de todo este flan en que se ha convertido “la opinión seria” hay que buscarlo en el exceso del periodismo en su función de analista de la realidad política. Se cebaron tanto en estos lustros, que hasta los sectores medios, tan sofisticadamente ingenuos a la hora de creerse piolas y superados, advirtieron la existencia de dráculas y colmillos.

Faltan datos, sobra opinión. Falta investigación y rigor que den sustento al verso. Sobran pulsiones. Hace más de un siglo que las hojas de los diarios vienen opinando a mansalva. Ya no va, es hora de hacer otro tipo de periodismo. Y si no hay ganas, aflojar en las pretensiones. Los pensadores/escribas en la prensa han agotado ya su segundo de gloria (¿50 años?) Es hora de que tomen aire fresco. Basta de currar con el periodismo sentado, para eso alcanza y sobra con un blog. Y no está mal, mientras no se cuelguen laureles marchitos. Pero una cosa es un blog y otra una gran empresa que hace negocios con la información. Algunos ya ni en el zoológico cazan: sus lectores más alcahuetes son inmunes a sus balas. Aburren. Y lo peor (para ellos) es que han empezado a aburrir a las dirigencias, propias y ajenas.

Alguna vez, en este blog de cuarta, nos animábamos a pensar que hay un espacio vacío, generado por una batalla cultural (por llamarla de alguna forma), que ningún medio está ocupando. Debe haber, detrás de todo este ruido de luces, otra forma de hacer periodismo desde la poderosa pero obsoleta estructura de los grandes medios. Una pena utilizar esas redacciones tan bonitas y modernas para hacer plata y nada más, habiendo allí afuera un montón de políticos en bolas y a los gritos.